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La guerra de propaganda entre los grupos del crimen organizado

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Introducción

El crimen organizado es una realidad que en muchos lugares del mundo se vive a diario. Desde grupos que trafican con drogas, hasta aquellos que se encargan de la trata de personas, pasando por las mafias que controlan la explotación de recursos naturales o los que se dedican a la extorsión y el secuestro. Todos ellos, tienen en común que utilizan la violencia y el miedo como herramientas para lograr sus objetivos. Pero no sólo utilizan la violencia y el miedo, sino que también hacen uso de la propaganda para consolidar su poder. La guerra de propaganda entre los grupos del crimen organizado es una realidad que muchas veces queda oculta, pero que es crucial para entender su modus operandi. En este artículo, trataremos de desentrañar cómo funcionan estas guerras de propaganda.

La importancia de la propaganda en el crimen organizado

La propaganda es fundamental para que los grupos del crimen organizado puedan mantener su poder e influencia en una zona determinada. De hecho, sin ella, su existencia misma estaría en riesgo. Esto se debe a que el crimen organizado se basa en la idea de que los ciudadanos no denuncian sus actividades a las autoridades, bien porque tienen miedo, bien porque están en su nómina. Por tanto, la propaganda actúa como un elemento de persuasión que refuerza esa idea. La propaganda del crimen organizado también juega un papel fundamental en la consolidación de su poder. Esta se presenta de diferentes formas: desde amenazas a través de panfletos, pegatinas o grafitis, hasta la creación de una mitología propia que justifica sus actividades. De esta forma, se intenta presentar una imagen de poder, respeto y capacidad de protección, lo que lleva a que los ciudadanos se sientan más seguros y estén menos dispuestos a denunciar actividades criminales.

Guerras de propaganda en el crimen organizado

En el crimen organizado, las guerras de propaganda se libran con el objetivo de conseguir el control de un territorio determinado. Al igual que en una guerra convencional, estos grupos crean alianzas con otros grupos cercanos a ellos para combatir a las bandas que les disputan el control del territorio. El objetivo de estas guerras de propaganda es presentar una imagen propia que sea más atractiva para los ciudadanos que la de sus enemigos. Para ello, se utilizan diferentes estrategias, que dependerán de las características del grupo y del territorio que se quiera conquistar. Una de las estrategias más habituales es la de la creación de mitos. Así, los grupos del crimen organizado suelen presentarse como un mal menor, como una alternativa frente a los malos servicios públicos o ante la ineficacia de las autoridades para garantizar la seguridad. La creación de mitos ayuda a que los ciudadanos que viven en zonas dominadas por el crimen organizado se sientan más seguros. Otra estrategia es la de la creación de líderes carismáticos. El culto a la personalidad es una herramienta utilizada por muchos grupos del crimen organizado. La figura del líder carismático es presentada como un héroe, alguien que se preocupa por la comunidad en la que actúa y que está dispuesto a luchar contra aquellos que ponen en riesgo la seguridad de sus vecinos.

Las redes sociales: un nuevo frente en las guerras de propaganda

En la actualidad, las redes sociales han creado un nuevo frente en las guerras de propaganda del crimen organizado. Estas herramientas permiten a los grupos del crimen organizado llegar a un público mucho más amplio y consolidar su imagen. Las redes sociales les permiten, además, realizar una propaganda más directa, ofreciendo áreas más amplias donde ofrecer su imagen. Los grupos del crimen organizado utilizan las redes sociales para ofrecer contenidos que enaltezcan su figura, como fotos y vídeos donde se les ve actuando como «guerreros» en defensa de su territorio, complementándolos con profundamente asertivos.

Conclusiones

En definitiva, la guerra de propaganda entre los grupos del crimen organizado es el arma que les permite mantener su poder e influencia en una zona determinada. La propaganda va más allá de ser un simple mensaje. Es una herramienta vital para el control del territorio y del poder. La creación de mitos, la presencia de líderes carismáticos y la utilización de las redes sociales son algunas de las herramientas que utilizan los grupos del crimen organizado en sus guerras de propaganda. Con todo ello, tratan de convencer a los ciudadanos de que son una opción viable y segura, alejando la percepción de violencia que se tiene. Si bien es una labor difícil, las autoridades deben estar preparadas y luchar contra la propaganda, desarticulando a los grupos que utilizan estas tácticas para imponerse en el terreno que les interese.